Hoy se cumplen 25 años de la histórica implosión del Kingdome, el icónico estadio multiusos de Seattle que fue demolido el 26 de marzo del año 2000. Este coloso de concreto, inaugurado en 1976, fue hogar de equipos legendarios como los Seattle Seahawks (NFL), los Seattle Mariners (MLB) y los Seattle SuperSonics (NBA), dejando una huella imborrable en la historia deportiva y cultural de la ciudad.

La demolición del Kingdome fue un evento sin precedentes que atrajo la atención de miles de espectadores, tanto en persona como a través de transmisiones en vivo. Las imágenes del estadio colapsando en cuestión de segundos, captadas desde múltiples ángulos —algunos en alta definición—, siguen siendo un recuerdo vívido para muchos residentes del Noroeste del Pacífico.

El Kingdome fue una estructura emblemática, no solo por su arquitectura, sino por los momentos memorables que albergó: desde juegos históricos y conciertos, hasta vibrantes encuentros comunitarios. Su caída marcó el fin de una era y el inicio de una nueva etapa para el deporte en Seattle, dando paso a la construcción de estadios más modernos como el Lumen Field y el T-Mobile Park.

Hoy, a un cuarto de siglo de aquel estruendoso momento, Seattle recuerda con nostalgia y orgullo al Kingdome —un símbolo de identidad y pasión para generaciones de fanáticos

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