Seattle Public Schools (SPS) ha generado un intenso debate con su propuesta de construir un campo deportivo en Wallingford Playfield, un parque vecinal. La idea es proporcionar un espacio de práctica deportiva para las escuelas Lincoln High School y Hamilton Middle School, que actualmente no cuentan con campos propios. Sin embargo, algunos vecinos consideran que este proyecto transformará su parque local de manera drástica.

Este caso refleja la tensión entre necesidades y perspectivas que surgen en una ciudad como Seattle, que experimenta un constante crecimiento.

Un proyecto ambicioso, pero polémico

Wallingford Playfield, un parque de 4.5 acres que incluye una gran área de césped, árboles, un área de juegos, una piscina infantil, canchas de tenis y baños públicos, ha sido identificado por SPS como el lugar ideal para el proyecto. Su proximidad a Hamilton Middle School y Lincoln High School —ubicadas justo al lado y en una esquina opuesta, respectivamente— lo convierten en una ubicación estratégica. Lincoln High School reabrió en 2019 después de décadas de estar cerrada.

Inicialmente, SPS propuso un campo de fútbol americano y fútbol soccer de tamaño completo con iluminación, que cubriría la mayor parte del parque. Sin embargo, ante la oposición de algunos vecinos, la propuesta se ha reducido a un campo de tamaño medio y sin luces. En este escenario, SPS podría considerar posteriormente la construcción de un campo de tamaño completo en Woodland Park, ubicado a media milla de distancia. Además, SPS planea renovar una pista de atletismo en Woodland Park para que sea utilizada por Lincoln High School.

El Ayuntamiento de Seattle, a través de Seattle Parks and Recreation, aún no ha tomado una posición oficial. SPS ha convocado a una reunión comunitaria para discutir el proyecto, programada para el miércoles a las 6 p.m. en Hamilton Middle School.

La necesidad de un campo para los estudiantes

Lincoln High School y Hamilton Middle School, que juntas cuentan con una matrícula de más de 2,500 estudiantes, ya utilizan ocasionalmente Wallingford Playfield para clases de educación física. Sin embargo, Lincoln High School es la única escuela pública de Seattle que no tiene un campo deportivo propio.

Los equipos de fútbol americano y soccer de Lincoln High School practican y juegan en el estadio Memorial de Seattle Center. Los equipos de nivel junior utilizan los campos deportivos existentes en Woodland Park, mientras que los equipos de atletismo deben trasladarse en autobús al estadio de Ingraham High School.

La construcción de un campo deportivo para Lincoln High School es una de las promesas incluidas en un impuesto sobre la propiedad aprobado por los votantes en 2022 para financiar proyectos de capital de SPS.

Apoyo y oposición en la comunidad

Más de 700 personas han firmado una petición en línea en apoyo a la propuesta original de SPS para un campo deportivo de tamaño completo en Wallingford Playfield. Los partidarios argumentan que el proyecto proporcionaría a los estudiantes un acceso seguro y fácil a un espacio de práctica antes y después de clases. También destacan que un campo sintético sería más adecuado para deportes que el césped natural existente, que a menudo se vuelve fangoso. Además, enfatizan que el campo estaría disponible para el uso público cuando no sea utilizado por los estudiantes.

Por otro lado, algunos vecinos expresan su preocupación por el impacto que este proyecto tendría en el parque. Argumentan que Wallingford Playfield, creado hace 100 años como un espacio de juego para niños pequeños y ampliado en 1970 como espacio abierto, debe preservarse según la ley de 1997 que protege los parques para su uso original.

La abogada Elizabeth Aramburu, que representa a un grupo de vecinos, señaló que en una revisión ambiental realizada en 2017 para la renovación de Lincoln High School, SPS indicó que Wallingford Playfield no sería utilizado para los programas deportivos de la escuela. Ahora, la comunidad cuestiona este cambio de planes.

Un debate sobre el uso del espacio público

Vecinos como Philippa Webster, cuyos hijos crecieron jugando en Wallingford Playfield, consideran que la propuesta de SPS está dividiendo a la comunidad. Por su parte, Julie McCleery, investigadora de la Universidad de Washington especializada en deportes y equidad recreativa, señala que el parque es más necesario como un espacio para la recreación no estructurada.

La preocupación radica en que la instalación de un campo sintético podría limitar el acceso general al parque, que actualmente sirve como un espacio verde para personas de todas las edades. Además, la ausencia de iluminación en la nueva propuesta no elimina por completo las preocupaciones sobre el aumento de la actividad en el parque, incluyendo mayor ruido y tráfico en el vecindario.

El camino a seguir

Hasta el momento, no se ha tomado ninguna decisión definitiva. Según Tina Riss Christiansen, portavoz de SPS, el proyecto no puede avanzar sin la aprobación de Seattle Parks and Recreation. “Aunque Wallingford Playfield es la mejor ubicación para SPS, estamos al tanto de la oposición de la comunidad, así como del apoyo comunitario”, escribió Christiansen en un correo electrónico.

Este caso subraya los desafíos que enfrentan las ciudades en crecimiento al equilibrar las necesidades de sus escuelas y comunidades locales. Por un lado, existe una necesidad legítima de mejorar las instalaciones deportivas para los estudiantes de Lincoln High School. Por otro lado, los residentes quieren preservar su parque local como un espacio verde abierto y accesible.

El debate continúa, y la reunión comunitaria del miércoles será una oportunidad clave para que todas las voces sean escuchadas. Los resultados de esta discusión podrían sentar un precedente importante para futuros proyectos que involucren espacios públicos en Seattle.